martes, 20 de diciembre de 2016

17.12.16 Cueva lo Nuevo - exploración río arriba, y prospeccion en río Ruahermosa

Entramos en la cueva con la intención de explorar el río arriba; aunque en semanas anteriores hemos podido ver que es menos sensible a los aumentos de caudal de lo que podría pensarse y que no es necesaria una sequía para poder arrastrarse por el cauce, llevamos buzos impermeables.
Tras superar el último punto alcanzado en anteriores incursiones encontramos al de poco un cruce. La galería tiene distintos ramales con tramos fósiles; siguiendo río arriba continua una galería en donde se solapan distintas fases  -con el río discurriendo por la inferior- pero tras una trepada encontramos una rectilínea galería inactiva que avanzaba hacia el sur (río abajo ¿hacia la Red del Silencio?) y priorizamos esta opción.
70 m más adelante la galería desemboca en otra mayor – la más amplia de la cavidad-, con un nuevo cauce encajado en su parte más profunda, que resulta más caudaloso que aquel por el que hemos llegado y respecto al que circula en paralelo. Tras un momento de euforia vemos que río abajo se forman varios niveles, el del río y otro paleonivel, que en principio nos parece más interesante pero que al ver que es independiente abandonamos para centrarnos en el río; queremos aprovechar nuestra ropa de agua y saber si hace falta equipar para venir otro día preparados. El río se convierte en un bajo laminador que al de 30 m no nos deja continuar.
Nuestra siguiente opción río arriba, donde de nuevo las dimensiones cambian rápidamente y donde de nuevo se solapan varios niveles, otra vez con el cauce circulando por el inferior. Tras un recorrido de 200 m buscando la opción más cómoda para avanzar dejamos la exploración en un lugar que se nos pone especialmente incómodo; habíamos abandonado pilas y repuestos al comienzo de la topografía del río y se va alargando la jornada.
Al entrar en la cueva pensábamos que la tarea sería arrastrarse por el río y que sería una corta, húmeda y desagradable jornada, pero salimos con algo más de 200 m de topografía y con la exploración de nuevas galerías que estimamos suman más 400 m y en donde existen varias incógnitas que harán crecer la cavidad.
En el exterior, otro equipo realiza una prospección en las cercanías del cauce del río Ruahermosa, remontando hasta la boca-surgencia de la cueva-sima de la Tejera. Re-localiza dos sopladores conocidos de antiguo en los que trataremos de entrar para ver si conectan con la Torca de los Tornillos, o tenemos algo más de suerte y nos dan acceso a un tramo de galerías desconocido, que sin duda debe existir, entre la propia torca de los Tornillos y la cueva de Molino la Peña.
También localizamos una surgencia, que siempre habíamos conocido protegida por reja pero que hoy tiene la reja abierta (manantial utilizado para reforzar la red de abastecimiento de aguas). Se trata de una pequeña surgencia (dimensiones y caudal) , y en la que no apreciamos circulación de aire en boca, pero queda registrada para su exploración.

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