Llueve y llueve y llueve......... todas las errekas lucen
melena blanca. En un momento de tregua líquida, salimos corriendo del
coche para ir a cambiarnos de ropa en la boca de la cavidad. Pensamos
que el río que "medio vimos" la semana anterior tiene que estar
intratable así que en nuestras mentes se va fraguando la idea de explorar y
topografiar primero en lo fósil para finalizar haciendo un intento en el río,
por si toca mojarse.
Según vamos descendiendo la sima observamos la respuesta
subterránea a la recarga. Ya en la galería y los pasamanos de -260
m.p. las cantarinas cascadas confirman que nuestro plan de empezar
topografía en el fósil es acertado.
Decidimos comenzar la topo precisamente en la lateral
descendente que exploramos al final de la jornada del domingo pasado. Pedro se
adelanta para explorar e intentar encontrar una continuación que parecía nos
negaba la lateral. Iñaki, Esther y David le damos al dixto. Cuando llevamos unos
20 puntos vuelve Pedro; tras un paso estrecho ha visto continuación, pero quiere
que sepamos dónde está y tenernos cerca, que el lugar no parece muy amistoso.
Topografiamos juntos y superamos la gatera. Pequeña y estrecha, pero uno se
puede arrastrar bien. Atrás hemos dejado las sacas y la hierrería. Entramos en
una zona laberíntica y después en una más amplia. Los puntos de topo se suceden
y ya vamos casi por los cincuenta cuando Pedro vuelve de su exploración. Ha
localizado un pozo por el que se oye el río, unos 10 m o más por debajo.
Estamos relativamente lejos del primer punto en donde lo escuchamos por primera
vez así que pensamos que el cauce debe ser libre y nos tranquiliza un
poco el temor de sifón temprano que presentíamos debido a las alturas que
alcanzan los barrizales.
Continuamos la topo y poco después forzamos un paso en altura.
Pedro reconoce huellas suyas y un poco más allá localiza el punto19 de
nuestra topo de hoy. Decidimos que cerrar la poligonal allí será nuestra última
labor de topo del día y después ya no refrenaremos más nuestra ansia por ir
a descender el pozo y ver el río en el punto en el que lo localizamos la
semana pasada.
Instalado el pozo alcanzamos por fin el río. Lo que
habíamos visto la semana anterior desde la cabecera era sólo el cauce de un
afluente, un poco más abajo nos espera un cañoncito de unos 10 m de altura
media con anchuras entre 40 cm y 1 m máximo.
El caudal circula potente, afortunadamente se puede progresar
oposicionando, observamos paleoniveles. Avanzamos unos 100 m o más y aunque no
damos por saciada nuestra ansia exploradora nos conformamos con lo visto,
por el momento.
Hoy hemos hecho 62 puntos de topo que estimamos sumaran
unos 350 m o más, hemos dejado incógnitas (principalmente
escaladas), la corriente de aire continúa evidente y por fin hemos
pisado río. No nos podemos quejar, hemos disfrutado de otra buena
jornada de exploración.
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